viernes, 25 de noviembre de 2016

DÍAS DE NIEBLA Y HOJAS

A veces hasta lo que más te gusta cuesta. Te levantas, revisas en tu tabla lo que te toca, lo interiorizas y sales a cumplir. Pero hoy es distinto. Esta liturgia, cuesta.
El café con leche lo consumes lentamente, pero tu cabeza no para. Será la depresión del corredor?.
Tantos kilómetros, tantas series, los cambios en la forma de entrenar, todo parece que no ha servido para nada. Tenemos esa mala costumbre de no valorar lo conseguido, y no disfrutar lo vivido.
Acabas el desayuno, y como tantas veces, sales a la calle desierta a luchar contigo. Ajustas el gps, aunque sabes que hoy no lo vas a mirar, te calas el gorro y empiezas.
La niebla es densa, que casualidad, como tus pensamientos. Primeras zancadas y el silencio inicial, se rompe por el crujir de las hojas tras tus pisadas. De repente, tus malos pensamientos te abandonan, y eres uno. Consigues cuadrar los latidos, con los hálitos y con las zancadas. Notas que flotas,que fluyes. Eres una maquinaria perfecta y piensas que así se deben sentir los atletas al volar. Acabas tu sesión, podrías correr con esas sensaciones una vida entera. La turbación es ahora, alegría y serenidad. Me pregunto, por qué corro? Sencillamente, porque lo necesito.....

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