domingo, 4 de agosto de 2013

ULTRAMARATÓN CALCENADA 2013


Esta crónica no va dirigida a aportar datos técnicos, porcentajes y ritmos; sino dirigida a contar mis sensaciones en este reto. Y el reto era el siguiente:
 
 

No tomo conciencia de dónde me había metido hasta el día de antes, cuando me pongo a preparar todo lo que me tenía que llevar para la Calcenada 2013.





Encima, cometí el error de no alargar las vacaciones , así que me tocaba, ir a trabajar por la mañana y de ahí coger el coche , y con mi amigo Iván (cómplice de este reto); ir hasta Calcena ( a 1 hora y 30min) antes de que cerraran el lugar donde debíamos dejar las mochilas de apoyo. Decidimos correr sin mochila, ya que aunque la Calcenada es una prueba de ultraresistencia de 104 kms, hay avituallamientos cada 5-7 kms, y en varios de ellos dejas mochilas de apoyo; esto ha provocado que la organización de la UTMB haya decidido rebajar de 3 a 2 los puntos otorgados debido al número de avituallamientos que impide considerar a la Calcenada una prueba de semiautonomía.

Dejamos las mochilas a las 17:00 y como teníamos cuatro horas hasta la salida,  nos fuimos al albergue del pueblo a tomar un café y merendar. Y es aquí, donde tomas conciencia de la suerte que tenemos de realizar este maravilloso deporte, ya que entorno a una mesa, nos juntamos gente de Madrid, Andalucía, Cataluña, Asturias y de Zaragoza. Compartimos experiencias, en nuestro caso, nos dedicamos a escuchar , ya que en esto del Ultramaratón eramos “vírgenes”…
Se acercaba la hora de la salida (21:00) nos fuimos a envadurnar de vaselina, cambiarnos y a esperar el chupinazo de nuestro bautismo como Ultramaratonianos. En la línea de salida lo primero que nos llama la atención es que somos de los pocos que no llevamos mochila ( miro a Iván con la sensación de , vaya cagada, bien empezamos), y esta sensación se acrecenta cuando alguien de la organización nos avisa que en el Km 30 aproximadamente iba a haber descenso brusco de la temperatura…. Y como es verano quien lleva cortavientos?, pues todos en sus mochilas menos nosotros… Da igual nos pondremos camiseta encima cuando llegue el momento.

21:00 Tª: 30º …. 3, 2, 1 …Zass Pumm comienza la carrera, la gente sale volada, siento por primera vez en mi vida , lo que es ir el último en una carrera, con el coche escoba detrás de nosotros. Íbamos a ritmo de 6:30 – 7:00 el km., con qué titanes estábamos compitiendo?  Nosotros vamos a acabar y contarlo, que no lo cuenten por nosotros , me dice Iván y seguimos con nuestro trote. Lo bueno de estas carreras es que es fácil hacer grupitos , hablar , conocerse, compartir experiencia; no como en el maratón que se habla menos debido al alto ritmo.
En el Km 20, el primer susto, Iván me avisa que se resiente de su lesión lumbar que se produjo hace una semana ( qué mérito tienes tío), decidimos bajar ritmo , caminar y esperar a llegar al siguiente avituallamiento y tomar un Antiinflamatorio milagroso. Aunque le animo, no tenía todas conmigo de que llegaría al final, él me insiste que me vaya, yo tenía claro que este reto lo habíamos preparado juntos y que teníamos que llegar los dos.

Van pasando los kilómetros, Iván se va encontrando mejor, yo sinceramente me encontraba mejor de lo que pensaba. Vamos a adelantando a andarines (habían salido a las 18h) y a corredores. Es un corredor desconocido (gracias, aunque luego no coincidiéramos), el que nos advierte en que km nos teníamos que poner la doble camiseta, para no sufrir la temida hipotermia. En los avituallamientos “sencillos” cada 5-7 kms tomábamos agua, aquarius y algún plátano y en los avituallamientos donde estaban las mochilas (km 20, 40,60 y 80), tomábamos powerade, bocata pequeño de jamón (si lo descubren los americanos tiene nueva sustancia dopante), y plátano o barrita.

Por fin , llegamos al km 52 (mitad de la prueba) y salvo los problemas iniciales de Iván llegamos enteros, por cierto, el frontal que he utilizado (Led Senser) es la leche. Mentalmente, vamos pensando de 10 en 10 kms, aunque sabíamos que la clave era llegar al 80, si llegábamos ahí, terminaríamos… Vamos adelantando a gente y como es una prueba en la que se corre y se anda, no sabíamos si eran “corredores” o “andarines”…Eso sí, todo los compañeros nos animábamos ( qué gozada de deporte).
Llegamos al kilómetro 80 (Talamantes), último avituallamiento “mochilero”, dejamos por fin los frontales; bocatica de jamón y a terminar…aunque quedaba lo peor.
Sabíamos que del km 80 al 90 afrontábamos la Tonda, un “repecho” con porcentajes de entre el 17% al 19%; que con lo que llevábamos encima podía marcar nuestro éxito o fracaso. Pues como dice la frase “todo gran viaje se inicia con un primer paso”, eso hicimos, bajar la cabeza al suelo, manos a los muslos y paso a paso subir la Tonda. Al coronar, sòlo nos quedaba bajar durante 5-7 kms y luego desembocar al asfalto que nos iba a llevar a la gloria. Iván, en ese km 90 me dice que a partir de ahí , él sabía que iba a llegar, y que yo me diera el capricho de subir el ritmo.

Tras coronar decido, como me veía fuerte, tirarme cuesta abajo, a unos ritmos de 5:00 a 5:20 el km, cuando de media llevábamos 8 minutos el km. Tras la bajada, que era de dificultad técnica media, llego al asfalto y es ahí, donde me reencuentro con las sensaciones del buen maratoniano… Me pongo a tirar como si no hubiera un mañana, ritmo de 4:45 y 5:00 por minuto, adelanto corredores y a alguna bici, ya que picaba para arriba esos kms, y me dispongo a llegar a meta entre vítores de los espectadores… Al final paro el crono en 13 horas 19 minutos y 26 segundos, promedio de 7:54 el kilómetro. Ya lo he logrado, tenía que estar eufórico , verdad? Pues no me siento así, no es comparable a la sensación de terminar el Maratón, me doy cuenta que posiblemente, no habrá más Ultras.

Tras ducharme, coincido con mi amigo y compañero de reto Iván.. y nos fundimos en un abrazo muy bonito.

CONCLUSIONES: 1.- La Calcenada cuenta con un nivel organizativo superior, con unos voluntarios de todas las edades que se merecen un 10.
2.- Como Ultra la preparación, para mí, ha sido muy dura, muchos kms a ritmos bajos…no he disfrutado preparándola y si la he corrido era porque el reto era compartido y porque era este verano o nunca.

3.- Por último, qué ganas de volver a coger el chip de la Maratón, volver a entrenar y disfrutar. Próximo reto, Maratón de Atenas noviembre 2013. Objetivo: acercarme a 3 horas 05 minutos.

 

3 comentarios:

  1. Pues yo disfruto mas cuando acabo una ULtra, Enhorabuena y esta es otra de las que siempre están ahí en la recámara para hacer algún día

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  2. Gracias amigo, gracias. Como tu muy bien dices, esta "ultraexperiencia" ha sido única.
    "He acabado y puedo contarlo", je, je. Este reto no ha sido solo mío, sino tuyo también, gracias a tu apoyo y perseverancia ante los momentos tan difíciles que se presentaron en la carrera, que me supieron animar y tirar hacia delante, cuando el camino más corto era parar e irse para casa. Por eso de doy las gracias: por la experiencia y todo el apoyo prestado. Un abrazo.

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  3. Estoy leyendome experiencias de la Calcenada pra afrontarla este año y solo me confirma la idea de apuntarme. Gracias por transmitir vuestras experiencias y animar a un "novato" en las ultra, como lo eras tu el año pasado. Muy buena crónica

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