viernes, 27 de septiembre de 2013

EL ATLETA



 Directores: Davey Frankel, Rasselas Lakew
Año: 2009

                                     
La película narra la vida del primer africano que ganó una medalla de oro en unos Juegos Olímpicos, Abebe Bikila. No voy a entrar en aspectos técnicos de la película, porque realmente no soy un entendido, pero sí os contaré lo que me ha transmitido esta película. Me esperaba encontrar una película que contara de forma edulcorada la vida de Bikila, sus éxitos, sus entrenamientos por Etiopía, su gloria… y no es lo que me he encontrado.
La película dibuja la situación política en la que se encontraba Etiopía (posguerra contra la Italia de Mussolini), y como un soldado de la guardia Imperial etíope (Abebe) consigue conquistar en Roma en 1960, contra todo pronóstico, la gloria olímpica. Cómo bien dice la portada de la película, se necesitó un sólo soldado etíope, para conquistar Roma. 


                                                          Maratón de Roma 1960


Pero, esta película, nos enseña el lado oscuro, diría que agrio de la vida de Bikila. No creo que llegara a tener una satisfacción plena con los éxitos logrados, quizás por la situación que vivía su familia y su país. En ninguna carrera se le atisba una sonrisa, en contraposición con el que sería su heredero, unas décadas después,  Haile Gebrselassie.
Destacaría de la película la gran riqueza de documentación visual, así como, la crudeza de una vida, que pese a los logros conseguidos no fue plena. Inconscientemente, me recordó la dura vida de Zatopek.
Lo curioso, es que consiguió ganar las dos maratones más importantes, las de una Olimpiada, superando importantes dificultades. En Roma , tuvo que correr descalzo, ya que las zapatillas que le suministraron le iban pequeñas. En Tokio, consiguió recuperarse de una intervención de apendicitis que le habían realizado 6 semanas antes. Contra lo que no pudo, fue con la adaptación a correr en altura que experimentó en el  Maratón de la Olimpiada de México en 1968, obligándole a la retirada en el kilómetro 17. 


                                                            Maratón de Tokio 1964


En 1969, sufrió un accidente de tráfico que le dejó parapléjico, y le separó de lo que más feliz le hacía… Correr. En 1973, a la edad de 41 años, Abebe Bikila murió a causa de una hemorragia cerebral.

Para la posteridad quedará su frase “Los hombres de éxito conocen la tragedia. Fue la voluntad de Dios que ganase en los Juegos Olímpicos, y fue la voluntad de Dios que tuviera mi accidente. Acepto esas victorias y acepto esta tragedia. Tengo que aceptar ambas circunstancias como hechos de la vida y vivir feliz".


Palmarés de Abebe Bikila:   -  Campeón Olímpico Maratón Roma 1960  Tiempo: 2:15:16
                                           -  Campeón Olímpico Maratón Tokio 1964  Tiempo: 2:12:11

martes, 10 de septiembre de 2013

BATALLA DE MARATÓN 490 A.C.

La disputa entre griegos y persas comienza en el siglo VI a.C, cuando los persas ponen bajo su protección al tirano Hipias, expulsado de Atenas. En el siglo V a.C. el imperio persa se extendía desde el río Indo hasta las costas del Mediterráneo comprendiendo las actuales Turquía, Oriente próximo, Asia central, Irán, Afganistán y Pakistán. En aquella época el mundo se dividía entre el inmenso imperio persa gobernado por Darío, y las ciudades-estado griegas (polis) , independientes entre sí y que poseían un gran desarrollo cultural y económico. Entre ambas, las colonias griegas emplazadas en Asia Menor, que conservaban la tradición helena, pero estaban bajo el dominio persa.
En el año 499 a.C., ante el descontento social y económico, se inicia la sublevación de la colonias situadas en la frontera occidental del imperio persa. La primera que inicia la rebelión es la colonia de Mileto , situada en Jonia ( de ahí el nombre de guerras jónicas), añadiéndose después las colonias de Éfeso y Eretria. Atenas decide apoyar la rebelión, no así la ciudad-estado de Esparta. Aunque inicialmente los persas se ven sorprendidos, pronto reaccionan y ante las diferencias y desaveniencias de las colonias consiguen sofocar la rebelión. Tras la toma de Mileto (494 a.C.), los persas recuperan sus posiciones y vencen a los jonios. En el 493 a.C., salvo las ciudades de Atenas y Esparta,  todas las ciudades griegas se someten al dominio del imperio persa.
En el año 492 a.C., Darío I, como venganza al apoyo ejercido de Atenas a las colonias, envía sus tropas para la conquista de la Grecia continental, dando inicio a las guerras médicas (los griegos denominaban medos a los persas).
Darío, manda una flota de 200 barcos, comandados por su sobrino Artafernes, y un ejército de 25000 soldados al mando de Datis con el firme próposito de conquistar Atenas. En el 490 a.C., tras la conquista de la isla de Eubea, los persas desembarcan en la costa oriental, a unos 40 kilómetros al noroeste de Atenas, en la llanura de Maratón. Los persas estaban confiados de conseguir una victoria fácil, pensando que los griegos huirían o si se enfrantaban a ellos, dada su superioridad numérica, sucumbirían rápidamente.
Mientras Milcíades marcha con su ejército ateniense hacia Maratón, Atenas manda a su mejor corredor profesional (hemerodromos) Filípides, para solicitar ayuda a su enemigo Esparta, para aliarse en un bando común contra el ejército persa. Filípides recorre la distancia que une Atenas a Esparta, 246 kilómetros, en menos de dos días (según narra Herodoto, recorre la distancia animado por una visión mística del dios Pan, llegando a Esparta  “ el día después de salir de Atenas” ). La actual carrera Sparthalon conmemora esta gesta, en la que se recorren los 246 kilómetros en un plazo máximo de 36 horas.
 
 

Esparta, decidió ayudar a Atenas, pero esta ayuda se demoró una semana debido a la realización de unas fiestas/actos religiosos.
Una vez llegados a Maratón,  los atenienses comandados por diez generales, destacando Milcíades y Calímaco, se posicionaron al oeste de la llanura, donde dominaban la ruta de montaña que unía Maratón con Atenas. Se alinearon unos 11000 guerreros atenienses (hoplitas) frente a 25000 persas (caballería, infantería y los temibles arqueros), comandados por Datis. Los atenienses decidieron esperar a la llegada de los refuerzos espartanos (que no llegarían a tiempo) y por su parte Datis, esperaba que en Atenas hubiera una sublevación favorable a la reinstauración de la tiranía. Datis comete el error que cambiaría el rumbo de esta batalla, ya que decide dividir sus tropas. Embarca a la caballería  para que se dirigiera a la bahía de Falero (puerto de Atenas), para provocar la sublevación de Atenas.


                                                  
                                                         Llanura de Maratón

Milcíades, no decide mandar tropas de ayuda para proteger a Atenas, y ataca a la infantería persa de inmediato. Como la infantería persa adopta una formación de ataque que cubría más de kilómetro y medio, Milcíades decide atacar por los flancos (el ejército persa solía colocar a sus mejores hombres en la línea media), debilitando su propia línea media. Para evitar la eficacia de los arqueros persas, Milcíades ordena a sus soldados acelerar la marcha y lanzarse a la carrera para recorrer los metros que les separaban de los persas lo más rápidamente posible. De ahí, posiblemente nace la expresión “paso ligero”. Esta carga constituyó una novedad en la táctica militar y se pudo realizar porque los griegos recibían una buena educación, donde se incluía la práctica de deporte.
 
 
Hubo un choque brutal de ambos ejércitos, y los persas al no contar con la caballería, no podían castigar los flancos del ejército griego. Además, en el cuerpo a cuerpo, se mostraban más eficaces las fuertes armaduras y largas lanzas de los atenienses que las cortas espadas de los persas. Cuando los flancos atenienses pudieron con los flancos persas, se produjo un efecto de succión que hizo que los persas acabaran rodeados y perdieran esta batalla. Datis ordenó la retirada de sus hombres a los barcos, los atenienses les persiguieron hasta la orilla, matando a un gran número de persas.
 

                                                 Choque entre ejército ateniense y persa
 
A pesar de haber ganado la batalla, el peligro continuaba, ya que si los persas llegaban antes a Atenas, los ciudadanos pensarían que se había perdido la batalla y se rendirían, así que Milcíades decide mandar a uno de sus correos para que recorriera los 42 kilómetros que separan Maratón de Atenas , lo más rápido posible, y así informar de la victoria ateniense. No queda claro quien es el correo que realiza esa distancia, aunque pudiera ser el correo llamado Tersipo, quien lo realizara en un tiempo aproximado de 2 horas ( el historiador Herodoto documenta la hazaña de Filípides que recorrió la distancia comprendida de Atenas a Esparta en 2 días). Que muriera tras dar el aviso de la victoria ateniense está en entredicho.

Plutarco, en su ensayo A la gloria de Atenas, narra como tras la batalla de Maratón los persas consiguieron rehacer su ejército y tras vencer a los espartanos en la batalla de las Termópilas, llegaron hasta las puertas de Atenas….pero eso es otra historia.

 Bibliografía:
1.- Maratón. Christian Cameron. Editorial Bóveda. 2011.
2.- Las grandes batallas de la Historia. The History Channel. 2011.