Necesitaba comprarme unas zapatillas de trail para
acometer entrenamientos rápidos y alguna que otra carrera. Reconozco, que soy
asfaltero, pero siempre me ha gustado meter una vez a la semana, un entrenamiento
por monte, sin mucha dificultad técnica. Además, cuando he participado en alguna
carrera de trail, he disfrutado y se me ha dado bien.
El año pasado, compré las NB Leadville y la verdad
que muy contento. Zapatilla cómoda, amortiguada, y que para entrenar suave, sin
ritmos exigentes o para hacer alguna ultratrail son muy buenas.
Después de ver comentarios sobre muchas zapatillas
de trail, decidí comprarme las Scott Kinabalu 3.0. A continuación, y bajo la
visión de que no soy un experto en las zapatillas de trail, cuento mi análisis.
Talla: 42.5 (9 USA)
Peso: 280 gr.
Horma: normal, ni estrecha ni ancha (y tengo el pie
estrecho)
Ojales: ojal redondo, que le da aspecto retro y muy
cómodas para atar. Suelo usar hasta el último ojal, para sentir el pie bien
sujeto.
Suela: Scott. Sinceramente, no distingo entre la vibram
y ésta, para mí, en condiciones de seco, mismo agarre.
Seguramente, habrá más datos técnicos que se me
escapan (drop, mediasuela,…), porque para mí, lo importante son las sensaciones
corriendo.
RUTA: Había planeado hacer una ruta de unos 21 kms,
de sube y bajas constantes y alguna subidita importante.
Me calzo las zapatillas y las primeras sensaciones
son muy buenas de comodidad absoluta, y ningún problema con las costuras ni con
la puntera. Los primeros 4 kilómetros son de asfalto, hasta llegar al monte y
voy marcando buenos parciales, sin quererlo. Primeros kilómetros entre 4:20-4:30,
y no sólo voy rápido sino la sensación de que se les pueden exprimir todavía
más en asfalto. La comunión con las zapas es total, mecánica eficiente de
pisada, dejan flexar y no modifican la forma de correr (con otras de trail, por
el peso y estructura había notado que me modificaba mi manera de correr
asfaltera). Llego al monte, primeras subidas con piedras sueltas. La sensación
es brutal, pico puntillas para exigirles subiendo, me noto muy cómodo, ritmos
controlados de 4:30-4:45 , que subiendo está muy bien. Llego a la primera de
las subidas fuertes y respondo bien, sin subir de pulsaciones y deseando
llegar a la bajada para ver como se comportaban.
A mí, me encanta bajar, no sé
si tengo buena técnica o no, pero disfruto mucho, no voy con miedo. Mi técnica
está basada en tener un tobillo reactivo, en ir dando pequeños saltitos como “bailando”
cuidando mucho las trazadas. Para esta forma de bajar, necesito unas zapatillas
que no me “embutan” el pie, y que me lo dejen libre. Equilibrio entre sujeción y
libertad, allí está el quid. Pues que decir, IMPRESIONANTES. Vaya mañana llevo,
como cuando descubres el amor por primera vez. Voy sonriendo y gozando en esta
ruta.
Últimos kilómetros de llano y asfalto y decido darme un homenaje. Marco los últimos 3 kilómetros en
4:04, 4:07 y 3:58. Al final, 21.40 kms a
una media de 4:32. Los últimos 2kms voy soltando y trotando para casa.
CONCLUSIÓN: Zapatillón. Recomendado para todos los
asfalteros que les guste hacer escapadas por el monte e incluso exprimirse en
él. Serán las elegidas para mis competiciones en monte.