martes, 27 de octubre de 2015

MEDIA MARATÓN DEL TARAZONICA



El 25 de Octubre volvía a tocar ponerse el dorsal. Vaya racha, o no compito, o lo hago cada 15 días. Tocaba esta vez, la media por la vía verde del Tarazonica ( Tarazona-Tudela) con desnivel favorable. Llevaba toda la semana de vacaciones con 2 entrenamientos en Bilbao por la Ría en mi haber.
Además, el 22 fue mi cumple y tuve el día deliciosamente ajetreado. Así que, sin pretensiones, me planté el domingo en la línea de salida. Hace 2 años también la corrí y marqué 1:21:55.
Salida neutralizada, me pongo en puestos de adelante. El plan, como en Olite, correr de menos a más, siempre por debajo de 4 min/km.
 Dan la salida, me noto tranquilo y me pongo a rodar. Primer km lo marco en 3:41, buenas sensaciones, me junto a un grupo, pero duro poco. Paso el km 2 en 3:42, y a partir de aquí , a hacer mi carrera. Me voy sólo y voy adelantando a gente hasta que me quedo en tierra de nadie. Por delante, veo 2 corredores con una distancia que no recorto y por detrás, no sé, no miro nunca hacia atrás. El 5 lo paso en 18:32, me encuentro muy bien. El calor se empieza a notar. Los avituallamientos en vasitos, y la verdad, con algún problema que otro. 


 El kilómetro 10 lo paso en 37:14. El 15 en 56:24, empiezo a notar que acelero la respiración y los cuádriceps algo cargados. No recorto la distancia con los de adelante ni me recorta nadie. El 20 lo paso en 1:16:09 y ya estamos en Tudela. Último kilómetro para recibir aplausos de la gente. Llego en 1:20:08,  a 3:48 min/km de media, puesto 14. 


Muy contento. Esta distancia me encanta, pero no pienso renunciar a mi sueño de ser sub 3 y seguir “sufriendo” con las maratones.

martes, 13 de octubre de 2015

X MILLAS DE OLITE



Fin de semana del puente del Pilar. Tras la decepción de la Maratón de Zaragoza, tenía dudas de colocarme tan pronto, nuevamente, en la línea de salida de una carrera. Decidí apuntarme a las X millas de Olite, correrla sin presión, probar las Mizuno wave Hitogami 2 y luego hacer turismo por Olite y comer las supermigas en Ujué.

DÍA DE LA CARRERA: Mañana fresca, amenazaba lluvia y nos dirigimos a Olite. Minutos antes de la carrera, trote suave, Leyre me echaba fotos y me decía continuamente que relajado estaba. La verdad que no tenía tensión alguna.



El plan era empezar tranquilo, ya que el primer kilómetro discurre por Olite y luego ya iríamos viendo. Me pongo en la parte media del pelotón y a correr.. Primer kilómetro tranquilo, sale a 4:06, respirando bien, controlando sensaciones y disfrutando. A partir que abandonamos Olite y entramos por los caminos, empiezo a subir el ritmo. 


Al salir, en la parte media, va haciendo que vaya adelantando a gente y uniéndome a grupitos. El kilómetro 5 lo paso en 19:37, por debajo de 4 de media. Me encuentro bien y aunque el recorrido es sube  y baja continuo, aprieto el ritmo. El 10 lo paso en 39:52. En este punto ya no hay grupos, voy corriendo unos kilómetros con otro compañero, relevándonos hasta que me dice que va justo y que tire. Decido hacerlo. Kilómetro 15 lo paso en 59:11. Buenas sensaciones, las zapatillas de lujo. 


Entramos en Olite y paro el crono en meta en 1:03:35, puesto 26. Muy contento, vuelvo a recuperar lo que perdí hace unas semanas.
Luego pinchos, visita al castillo de Olite y como colofón, migas y chuletón en Ujué. 

 

domingo, 4 de octubre de 2015

NACIDOS PARA SER HÉROES



TÍTULO: NACIDOS PARA SER HÉROES
AUTOR: CHRISTOPHER MCDOUGALL
EDITORIAL: DEBATE

Dos meses llevaba esperando, tras su anunciado estreno, para iniciar la lectura de este libro. El autor, Christopher McDougall, ya mundialmente conocido por su anterior libro Nacidos para correr, y que ya me sorprendiera por su fácil manera de contar historias. Su primer libro versaba sobre los tarahumara y su forma de vivir y sobre todo de correr.
Este segundo libro trata sobre un episodio histórico, que por lo menos a mí, me había pasado desapercibido. Narra la feroz resistencia durante la Segunda Guerra Mundial de un pueblo de valientes y héroes, los cretenses.
No podía ser en otro lugar, ya que en Creta nace la civilización minoica, que posteriormente se expandiría a Micenas y sería el germen de la Grecia Clásica. En esa hermosa tierra que forja a héroes, y es cuna de mitos (Teseo y el Minotauro) y que albergó el nacimiento de Zeus en su monte Ida.
El libro está estructurado en dos tramas que por supuesto, se unifican. La primera, el episodio histórico de resistencia de los cretenses, que trajo en jaque a los alemanes y que retrasó su ataque a Rusia. Este retraso, según afamados analistas, fue una de las claves de que se desbarataran los planes de Hitler. Cómo una pequeña población, junto con la resistencia aliada (británicos, australianos), pudo frenar a los todopoderosos nazis. A partir de esa pregunta, se desarrolla la otra trama del libro.
 El secreto de los cretenses radica en sus valores, en su forma de entrenarse y  en su alimentación. Christopher McDougall nos introduce de lleno en el método de entrenamiento ideado por el francés Georges Hèbert, el Método Natural. Este método aúna los pilares básicos que todo atleta debe tener: resistencia, fuerza, elasticidad y propiocepción. Desarrollar estos pilares al aire libre, con lo que la Naturaleza nos proporciona. De esta corriente nació posteriormente el fenómeno Parkour y actualmente, el Cross fit.
En cuanto a los valores, el autor da unas pinceladas sobre la cultura cretense y qué les guía. Tres conceptos forjan al héroe, ya que este no nace, se hace y son: la paideia (habilidad), la arete (fuerza) y la xenía (deseo). El equilibrio de los tres hace que el individuo pueda desarrollar todo su potencial. El perfecto ejemplo de este equilibrio es Ulises, que pese a no ser el más fuerte, con su astucia, fuerza y deseo consiguió sobrevivir a la toma de Troya y el viaje de regreso a Ítaca.
El cuanto a la alimentación, el autor desmitifica el uso de carbohidratos como la base de la alimentación de todo atleta. Aboga por el uso de grasas, vegetales y proteínas como el ideal combustible que va a hacer trabajar mejor a nuestro cuerpo. El cambio a este tipo de alimentación, que actualmente ha renacido bajo el nombre de Paleodieta, requiere un duro periodo de adaptación (lo cifra en 2 semanas), pero postula que los resultados posteriores son espectaculares.
Es un libro que se lee con gran avidez, a veces salta de una historia a otra, pareciendo desordenado, pero al final encuentras el sendero que las une. El autor ha conseguido reunir bajo un argumento histórico diferentes puntos de debate sobre la fisiología y el entrenamiento deportivo, tan de moda en los últimos años.

Una figura destaca en este libro. Patrick Leigh Fermor (Paddy), un miembro de la resistencia británica, con una vida espectacular. Se le podría definir como un humanista, viajero, comprometido con la libertad y sobre todo, un amante de Grecia. Tuvo una vida espectacular este joven inconformista, que fue capaz de recorrer a pie desde Holanda a Constantinopla, engatusar a damas de las monarquías, trabajar para la resistencia en Creta en la Segunda Guerra Mundial. Toda esta azarosa vida, la plasmó en sus libros El tiempo de los regalos, entre los bosques y el agua y el último tramo.